Nunca
hubiera creído que las piedras pudieran sonreír; con todos nosotros, la
imaginación hace sus juegos y así lo consideraba hasta que la primera edición
de “La sonrisa de la Magdalena”, en diciembre de 2012, vio la luz. No pensaba
que una publicación, humilde y sencilla, pudiera hacerme cambiar de opinión,
pero sois muchos los que, con vuestro entusiasmo, vuestra amistad y vuestros
comentarios, desde aquel momento, habéis conseguido que ya no vea el mundo de
la misma manera.
La magia de la literatura no está
presente sólo al escribir, ese intercambio que genera saberse escuchado, y
sobre todo entendido, después de un solitario viaje como es construir una
novela, esa es la auténtica magia que consigue que percibamos el habla de un
perro, que el horizonte tenga dos lunas o que nos enamoremos de un tirano. Y
no, no voy a renunciar a este giro que vuestro apoyo le ha dado a mi vida, no
puedo ni debo porque os lo debo, porque todavía sois muchos más los que, desde
entonces, seguís solicitando este trabajo, pidiéndome ejemplares que ya no
quedan, una tirada que se agotó pero que contiene una historia llena de
protagonistas tan apasionantes que es imposible que pierdan la frescura de su
primera vez.
Por ellos, por vosotros y porque de
vez en cuando me acerco a esa figura de la Magdalena en San Sebastián y, ahora
sí, me sonríe a mí porque ha interpretado el complejo misterio de la
complicidad entre el escritor, los personajes y la mirada del lector. Por el
interés de mis editores, ese extraordinario grupo humano que compone Bubok, y
porque jamás podré olvidar que esta narración me ha reconciliado con la memoria
de mi padre, he comprendido que todos nos merecemos esta segunda vida, que
ahora comienza, de “La sonrisa de la Magdalena”.
Para todos los personajes de mi
vida, los reales y con los que convivo en mi imaginación.
Oscar da Cunha
San Sebastián, Noviembre 2015.
Disponible
ya en @bubok:
Y
en breve en las más importantes plataformas digitales.
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