A él no lo conocí hasta ayer; con su
madre tengo más relación, solemos coincidir en la misma cafetería a primera
hora de la mañana, antes de enfrentarnos, ambos, cada uno a nuestra labor
diaria. Pero ya, por costumbre, él suele ser siempre el motivo de nuestra
conversación. Unai ha hecho esto, a Unai le gusta lo otro… A decir verdad, más
que conversaciones lo habitual es un monólogo que yo escucho admirando el
embrujo con el que ella me cuenta las hazañas diarias de su hijo. Me fascina
ver como se iluminan sus ojos verdes cada vez que un nuevo halago sale de entre
sus labios. He aprendido de memoria la lista de los escritores preferidos de
Unai, asimismo conozco sus gustos sobre pintura, y sé que sueña con poder
saludar personalmente a Antonio López, yo también. Le encantan los viejos
discos de Loquillo, pero eso es porque con él se ha cruzado varias veces por la
calle, yo también.
—No obstante, detalles aparte, las virtudes
de Unai están en su gran corazón —me cuenta—. Ama dame un beso, no sólo al
llegar a casa o al despedirme, cualquier momento le parece idóneo para
manifestarme su cariño. Ama hoy estás muy guapa. Ama ¿se puede querer más de lo
que yo te quiero a ti? Ama yo no te dejaré nunca, tú y yo siempre estaremos
juntos —En esos momentos sus ojos verdes dejan escapar alguna pequeña lágrima
de felicidad.
»Los vecinos lo adoran, siempre está
dispuesto a cualquier favor, a subirle los recados a la anciana del tercero, a
bajarle la basura a José Ramón, el de nuestra izquierda, que simplemente es un
vago. Incluso, confía en él una joven pareja del segundo derecha y le dejan al
cuidado de su pequeño, que ahora tiene cuatro años, cuando la noche de su
aniversario de bodas salen a cenar.
Y ayer por fin conocí a Unai, era
sencillamente una visita al dentista, pero la hora que tenía concertada
coincidía pocos minutos después de nuestro café diario. En cuanto me vio no
dudó en dirigirse hacia mí.
— ¡Tú eres Oscar!, Ama me habla a veces de ti
—Me sorprendió rodeándome con sus fuertes brazos y no se reprimió en estamparme
dos cariñosos besos—. Ama me ha dicho que tu escribes, a mi me gusta mucho
leer, sobre todo a Julio Verne y Herman Melville. ¿Sabes? Yo de mayor voy a ser
escritor, ya he empezado una novela. El protagonista, el capitán Nemo, inventa
una máquina para salvar a Moby Dick, porque se ha enamorado de ella…
Durante un largo rato, que para mi resultó
excesivamente corto, me hizo soñar con valerosos navegantes, desveladas
heroínas como su Ama, y paisajes llenos de color y aroma de azahar, su favorito.
Mientras me hablaba no se soltó ni un
instante de mi mano, su contacto me trasmitió una intensa sensación de serenidad,
una placentera calidez que sólo se percibe cuando te encuentras ante un
personaje excepcional, un eterno adolescente lleno de propósitos con los que
transformar este mundo en el auténtico paraíso. Si tuviera que escoger una
palabra para definir los pocos minutos que pasé en contacto con él, sin duda,
sería felicidad.
A Unai la naturaleza le ha regalado un gran
don, un corazón de oro y una mirada de ángel, pero esta repugnante sociedad en
la que vivimos terminará marginándolo, nunca le perdonará esa copia extra del
cromosoma 21. Pese a que sus alas son invisibles, su cara no consigue disimular
los delatadores rasgos que identifican a todos los nacidos con el síndrome de
Down.
Oscar da Cunha
14 de Marzo de
2013
Qué historia tan tierna...Es verdad que los niños Down son muy sensibles ycariñosos. Curiosamente, saben mejor que otros hacer felices a sus padres.
ResponderEliminarAhora soy consciente de que me he perdido muchas alegrías, nunca había tenido oportunidad de tratar con uno de ellos. Unai ha marcado un antes y un después en mi mirada sobre ellos, y de momento ha dejado una huella imborrable y una relación que espero seguir manteniendo.
ResponderEliminarGracias por asomarte, un abrazo.
Gracias,Óscar,por este regalo hermoso,porque gracias a Unai y a ti ya estoy yendo a por el día más risueño.Sin tu permiso,lo comparto con los hermanos de Miguel,otro "Unai" cordobés a quien quiero mucho.Cuando puedas, te pido lo compartas donde siempre te pido
ResponderEliminarHe compartido tus sensaciones con mi amiga Mª Reyes y ésto comenta "Es una suerte tener un hermano así. Es nuestra alegría y punto de unión familiar"
ResponderEliminarGracias a ti por estar siempre “al otro lado”. Y ya sabes que tienes mi permiso para compartir lo que desees, la única limitación es mi equipo stereo, a ese no le dejo meterle mano a nadie.
ResponderEliminarEn unos minutos lo tienes compartido. Un abrazo.
Me lo estaba temiendo desde el principio del relato. Esa bondad, esa espontaneidad, ese gusto por el contacto cariñoso...no suelen ser "normales"¡Menudo plus" el que poseen en lo que más alegría puede proporcionar al entorno, esos hijos.! Andamos tan huérfanos de palabras bonitas de gestos amables, de comunicación sin defensas...¡no me extraña que la madre de Unai este "loca" por su hijo.
ResponderEliminarSiempre me encanta de ti, Oscar, la sensibilidad del detalle y la gracia de narrador nato que tienes. Es un placer leerte.
Un saludo muy cariñoso y que duermas bien!!
Yo sí tuve un gran placer al conocerlo, nunca había tenido oportunidad de tratar con uno de ellos, con Unai descubrí que son seres especiales, tienen tanto de lo que nos falta a los demás…
EliminarUn abrazo Begoña.
yo he tenido la oportunidad de tratar a un chico así y te aseguro que es maravilloso desprenden tal bondad e inteligencia que te enamoran, maravilloso escrito oscar esta tratado con una sensibilidad admirable abrazos amigo mio
ResponderEliminarPara mi ha sido mi primera experiencia y espero repetir, son ángeles enviados para mostrarnos la parte más humana de nuestro interior.
EliminarUn fuerte abrazo Nela.
La vida, me ha dado la gran alegría de compartir con personas "down". de "bajos o cortos" no tienen nada. Miran con los ojos del amor, de la alegría y de la superación.Cuando te abrazan, lo hacen con la fuerza con la que de verdad sienten. Personas con una fuerza de superación increible. Son de los seres con más LUZ que he conocido.
ResponderEliminarA veces, pienso....que el rechazo que reciben de ciertos círculos, se debe a la posible envidia de que tengan un cromosoma de más (se suele envidiar de lo que se carece). Un montón de sinceridad y un alma totalmente limpia.
Mi sobrina, tiene 30 años la conocí cuando sólo tenía 4 y por cosas de la vida, ya no puedo verla como antes....teníamos y continuamos teniendo un vínculo muy especial.... Te quiero Marjan.
Te envidio Juana. Yo, después de conocer a Unai estoy empezando a entender cuanto hay de hermoso dentro de cada ser humano, él me ha enseñado a mirar con otros ojos, a abrazar con emoción, y a hablar con sinceridad. La sociedad los margina porque quizá sean peligrosos para el mundo cruel en el que vivimos, desbordan humanidad y buenos sentimientos, y eso no cuadra con el asqueroso mundo en el que nos están forzando a vivir.
EliminarUn fuerte abrazo amiga.
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